Ayer quedamos en el Price

Ayer quedamos en el Price

KEVIN JOHANSEN: AYER QUEDAMOS EN EL PRICE.

 

Escribo esto desde el hogar. Ese que fue tuyo antes de que incluso nacieras, el de la calma, el cariño y los desayunos largos, los mimos y los abrazos. Escucho a mis padres hablar en la cocina.

 

Ese hogar es el que nos enseñó Kevin anoche en un recital de memorias en el Teatro Price. Su último álbum “Tú ve”, es un recorrido por las canciones del autor por derecho o por afecto. Las suyas propias y las de otros que lo son por ser de su vida. Nos contó historias de su infancia para aquellas canciones de “cuna”, las que escuchas sin quererlo. Nos habló de las de su madurez, de su hija, de Alaska, de Argentina, de sus amigos… y fuimos transitando por ese viaje de anécdotas y emociones, de palmas y tarareos, de encuentros y risas cómplices.

Durante casi 2 horas, Johansen nos abrió las puertas de su casa, y como bienvenida sonó “Perfect Day”, recibió en el escenario a su amigo Coque Malla para regalarnos “Es como el día”, a músicos que descubrió en el Berlín para engrandecer la ya enorme “Desde que te perdí”, nos regaló sus clásicos “Baja a la tierra” y “Anoche soñé contigo”, se atrevió a cantar por Serge Gainsbourg levantando suspiros en el patio de butacas, y remató con la artillería directa a las caderas al son de “Guacamole” y “Cumbiera Intelectual”, levantando a una audiencia que no se hizo nada de rogar, porque, seamos realistas, lo estábamos deseando.

 

Ayer charlamos, nos emocionamos, cantamos y bailamos. Sinceramente, no pido más a un concierto.

 

Pero es que con Kevin, si ayer me sentí en casa, fue en el Price.

Autor: María Cuiñas